martes, 12 de enero de 2010

Divisas aprobadas por Cadivi antes del ajuste se venderán a 2,15

La devaluación de la moneda golpea ganancias de las multinacionales

El Gobierno y el Banco Central tienen pendiente establecer el tipo de cambio para el pago de la deuda externa privada (Archivo)

El convenio cambiario que reglamenta la devaluación de la moneda indica en el artículo 10 que las empresas a las que Cadivi les aprobó dólares antes de la medida e introdujeron en el Banco Central la solicitud para obtener estas divisas podrán cancelarlas al antiguo tipo de cambio de 2,15 bolívares.

El respiro es mínimo. Fuentes financieras explican que un grupo importante de multinacionales ha recibido un duro golpe con la devaluación, que establece un nuevo tipo de cambio para bienes esenciales de 2,60 bolívares por dólar y otro de 4,30 para el resto de las operaciones.

A lo largo de 2009 las compañías solicitaron mercancías a sus casas matrices e introdujeron en Cadivi montañas de solicitudes para pagar estos envíos que no resultaron aprobadas.

La consecuencia es que esta deuda con la casa matriz ya no puede ser reflejada en los estados financieros al tipo de cambio de 2,15 bolívares por dólar sino a 4,30, es decir, el gasto pendiente se ha duplicado.

Al mismo tiempo las multinacionales cambian sus ganancias en bolívares a dólares para luego enviarlos a la casa matriz.

Con la devaluación, todos los dividendos que esperaban por la aprobación de Cadivi se reducen a la mitad.

Las acciones de Telefónica reflejaron esta realidad con una caída de 3% que arrastró a la Bolsa Española.

Bernstein Research, en un reporte citado por Reuters, afirma que según sus previsiones "teniendo en cuenta la depreciación del bolívar venezolano, revisamos a la baja los ingresos del grupo (Telefónica) en 2.000 millones de euros".

El convenio también prevé que los dólares vendidos por los bancos a consulados y representaciones diplomáticas, antes de la devaluación, serán reconocidos a 2,15 bolívares.

El ajuste cambiario indica que las importaciones para los "sectores de alimentos, salud, educación, maquinarias y equipos, y ciencia y tecnología" se realizarán con el tipo de cambio de 2,60 bolívares por dólar.

Este tipo de cambio también regirá para las remesas a familiares en el exterior, gastos de estudiantes en el extranjero, pagos a pensionados y jubilados fuera del país, las divisas que adquieren las representaciones diplomáticas y urgencias a ser aprobadas por Cadivi.

El Gobierno comprará a 2,60 bolívares los dólares para el pago de la deuda externa y el resto de las transacciones será al tipo de cambio de 4,30.

Las empresas públicas no petroleras y las privadas que obtengan dólares por sus exportaciones tendrán que venderlos al BCV a 4,30 bolívares.

Las empresas privadas que exporten podrán conservar 30% de los dólares que obtengan por la venta de sus productos a otros países para cubrir "los gastos derivados de la actividad de exportación, distintos a la deuda financiera".

El Banco Central le comprará a las empresas mixtas petroleras, petroquímicas y de gas los dólares que obtengan por sus exportaciones a distintos tipos de cambio.

Al menos 30% de las divisas se las cancelará al tipo de cambio de 2,60 y el resto podría ser a este mismo valor o a 4,30.

Para intervenir en el mercado de permuta y evitar que el dólar aumente hasta niveles no deseados el Banco Central podrá intervenir en este mercado mediante la compra y venta de bonos en divisas.

Además se establece que para emitir bonos en divisas los organismos públicos deberán coordinar con el Ministerio de Finanzas y el Banco Central.

El Gobierno y el Banco Central tienen pendiente establecer el tipo de cambio al que las empresas privadas comprarán las divisas para pagar los compromisos por su deuda externa.

Cadivi emitirá una resolución estableciendo los requisitos para obtener estas divisas.

Lo positivo, lo negativo, lo pendiente y reflexiones sobre la devaluación La historia económica venezolana contemporánea ha estado caracterizada por sucesivas devaluaciones. Antes de la devaluación de la semana pasada, la última devaluación de la moneda fue en el 2005, cuando el tipo de cambio pasó a 2,15 bolívares por dólar.



Lo positivo

1. La devaluación ayudará al gobierno a cubrir el presupuesto y otras obligaciones de gasto este año, tomando en consideración que anteriormente los dólares recibidos por las exportaciones petroleras se liquidaban al cambio de 2,15, ahora lo harán al cambio de 4,30 bolívares por dólar, lo que permitirá obtener 100% más de bolívares por cada dólar de los ingresos petroleros, generándose fondos disponibles para pagar deuda y otras obligaciones, incluyendo las de PDVSA, eliminándose parte de la presión que ha venido teniendo como consecuencia del atraso de sus obligaciones en bolívares. Esto indica que la medida de la devaluación tiene un gran componente fiscal.

2. El gobierno asegura los recursos para continuar sus elevadas contribuciones a los programas sociales.

3. Un bolívar más débil estimula las exportaciones no petroleras (por cada dólar exportado se reciben más bolívares) y desestimula las importaciones (por cada dólar recibido para importar ahora debes pagar dos veces la cantidad en bolívares). El estimulo a las exportaciones debe venir acompañado por otras medidas que creen certidumbre en el mercado e incentiven el clima de inversión. Recordemos que cuando se devalúa el bolívar, los exportadores celebran en vista de que se estimula la producción nacional para los rubros a ser exportados por lo que el cambio resultaría más rentable dado el incremento del ingreso en bolívares. No obstante, los importadores no lo celebran de igual manera.

4. Los consumos con tarjetas de créditos en el exterior serán liquidados al cambio vigente a la fecha del posteo de la operación.

Lo negativo

1. Los venezolanos sentiremos que el bolívar se ha debilitado causando mayor presión en el alza de los precios de los alimentos, vehículos, repuestos y demás rubros, disminuyendo el poder adquisitivo de nuestra moneda y empobreciendo más a los venezolanos. La inflación subirá fuertemente este año por el impacto de la devaluación.

2. Se hace más costoso para los venezolanos viajar al exterior, en vista de que para acceder a las divisas se debe invertir ahora el doble.

3. Para las personas naturales o jurídicas que tienen deudas en monedas extranjeras, la situación no se perfila tan alentadora, ya que tienen que lidiar con los efectos económicos que les genera la medida, por cuanto, quienes realizan operaciones con bolívares y desean acceder a las divisas deberán invertir el doble.

4. La cartera de inversiones en títulos valores de la banca, debería disminuir o no aumentar en lo que a los papeles del Estado se refiere. Esto podría causar una caída en los ingresos financieros generados por la cartera de inversiones, afectándose los resultados de algunos bancos sobre todo aquellos con fuertes sumas invertidas en papeles del Estado. Esto como consecuencia de que el gobierno no requeriría más endeudamiento interno e inclusive puede disminuir la deuda pública interna, al menos por este año.

Lo pendiente

1. Se espera una corrección en los precios de los productos regulados.

2. Qué va a pasar con las deudas adquiridas el año pasado por los proveedores a los cuales Cadivi aún no les ha cancelado y cuya cifra se estima entre 5.000 y 8.000 millones de dólares. De señalarse que estas deudas se han de cancelar a la nueva tasa de cambio, se generará un fuerte impacto en el flujo de caja de quienes se encuentren en esta situación.

3. Cuáles serán en detalle los productos que podrán ser importados con dólar a 2,60 bolívares y cuáles a 4,30 bolívares.

4. Queda por esperar ver la eficiencia y manera oportuna en que Cadivi y el Banco Central de Venezuela (BCV), actúen en la asignación y liquidación de divisas. Estas instituciones serán una referencia para evaluar la medida de la devaluación.

5. Queda por aclarar las importaciones a través del mercado permuta.

Reflexiones

A partir de ahora habrá dos cambios. Uno (Bs.F 2,60 por dólar) para importaciones hechas por el sector público y para primera necesidad (como medicamentos y alimentos) y otro (Bs.F 4,30 por dólar) mucho más devaluado para el resto de importaciones.

Con esta medida el gobierno pretende es premiar la producción interna y castigar las importaciones, con lo que teóricamente se genera más empleo y se ayuda a fortalecer el déficit comercial.

Sin embargo existe una contrapartida, y es que alejas a la inversión extranjera, ya que los beneficios que tenía las empresas extranjeras de sus inversiones se han devaluado. Y esto, en un país como Venezuela, sin prácticamente industria aparte del petróleo, es un riesgo.

Si tienes un sistema productivo en fuerte caída (el sector manufacturero disminuyo 7,2% en el 2009), tienes que importar, por muy caro que sea. Y esto conduce a la inflación, siendo además Venezuela un país muy inflacionista (25,1% en 2009). Si las inversiones extranjeras se retiran y el sector privado nacional tampoco realiza inversiones ¿quién va a generar empleo? Y ya hemos indicado que la devaluación es necesaria pero no suficiente para incentivar el sistema productivo privado venezolano.

Ante esta realidad se deberían garantizar estabilidad jurídica y cambiaria para las empresas extranjeras y venezolanas, que generan empleo, y poco a poco aprovecharse de estas inversiones para consolidar una industria propia, aparte de la del petróleo. Igualmente se requiere ajustes fiscales y monetarios y eliminar las distorsiones macroeconómicas. El hecho de que el sector manufacturero haya caído 7,2% en el 2009, en Venezuela, tiene que generar en el gobierno una gran reflexión, pues este sector aporta el 16% del PIB de Venezuela y su caída influye en el consumo, empleo, inversión, recaudación fiscal y atenta contra las reservas internacionales. Si estos indicadores no mejoran, difícilmente la economía crecerá en 2010.

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